lunes, mayo 22, 2006

Lo intento, pero sigo aislado

Voy a poner al día un poco este blog que se me está quedando desfasado. Desde que no tengo Internet en mi cochambre pues como que no pude volver a escribir, eso unido a que estuve en épocas de exámenes y que me cuesta realizar cualquier acción que no pueda realizar inmediatamente desde mi cama, pues eso, ahora voy a escribir desde mi portátil y luego iré a algún lado a subir lo que escribo al blog. Evidentemente escribo tumbado en mi cama con el portátil en la panza.

Otra pequeña putada es que el ordenador le ha dado por apagarse a los 20 minutos. Primero comienza a hacer unos sonidos parecidos a ronquidos, pasa a oler a quemado y luego se apaga. Joder, mi ordenador está para la jubilación y nos os podéis lo que es trabajar con un jubilado que ronca. (creo que llamaré a la yaya Mayte para pedirle consejo)

Vale. Voy a empezar con un resumen del viaje a Florencia y a Roma. También hablaré de que es lo que pasó mientras Mamá Sanlo y los Sanlitos vinieron a Córcega… entre otras cosas. Eso sí iré metiendo cosas que pasan ahora mismo que quiero contar.

Eso si, en la medida de lo posible. Ahora estoy conectado desde el portatil de Felicia (rumania), manana desde el ordena de Josito (belgica) y asi sucesivamente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Así, así, cooperación internacional.
Lo del portatil se veía venir. Después de un año trabajando como corresponsal de Kinépolis en Córcega (para quien no lo sepa una de las salas de cine más grandes de Madrid). Después de haber deleitado a su dueño un día tras otro, reproduciendo todos y cada uno de los CD (bastantes) que incorporó a su maleta.
Después de haber buscado afanosamente un lugar dentro de la cochambre desde donde se pudiera conectar a Internet, con alguna caida de por medio. Sin contar las veces que habrá perdido el equilibrio cuando su dueño teniéndolo colocado en su panza, se habrá quedado dormido. Ha sido demasiado y su pobre existencia está llegando a su fin. ¿Que ronca? Son los últimos estentores de su agonía. Cuando fallezca, que lo hará en breve, dótale de un entierro digno y elígele un buen contenedor. No uno cualquiera. Por ejemplo el de la Ciutadella estaría bién. Pero antes arráncale con mucho cariño la letra Ñ, nuestra bonita letra Ñ, y la daremos sepultura en España.

Pero si crees que puede tener solución, dejalo descansar, no le hagas trabajar y utiliza el de los paises aliados, que gozarán de mejor salud. Cuando regreses a España pondremos todos nuestros medios para ponerle de nuevo en marcha y siga siendo tu fiel y abnegado compañero a pesar del trato que le das.

INFORMACION DE ULTIMA HORA: Ha habido reunión familiar y por mayoría HAN decidido que si tiene arreglo, tu te compres uno nuevo y el lisiado para la mother, porque "ella para lo que lo usa" ¡To K T los webs!.(perdón, pero me puede la indignación)