martes, noviembre 29, 2005

La visita de los progenitores

Como no podía ser de otra manera, aquí que se plantaron los papis en Ajaccio el otro día. Dos meses ha soportado la madre que me parió en no asomarse por estas tierras y comprobar que todas las cosas se encontraban en orden y el niño no pasaba hambre. Y es que algo ha cambiado en esta isla desde su visita. Ya no se habla de otra cosa. Se acabaron los debates nacionalistas. Se acabaron las quejas por la comida en el restaurante. Se acabó la escasez de alimentos provocada por la huelga. Todo se acabó. En su lugar se ha instaurado un sistema confederal liderado por la Mayte. Sí como lo oyen. Han cambiado la lengua oficial del corso por el mostoleño. Esto no es Francia. Ya no escuchan a Edith Piaf, si no las Supremas de Móstoles. Ya nadie se levanta antes de las 11. Todo el mundo cumple el dogma de la siesta. Le cafe au lait no existe, en su lugar a los cafeses se les llama café y olé. La bandera corsa ha dejado paso al logo de 'Puente Inmobiliario' y el héroe nacional ya no es Napoleón sino Andrés Torrejón

Y pensarán 'A este se le ha pirado, se le fue', pero no, no es eso. El problema es que aunque yo empecé la heroica hazaña de la colonización cultural de esta tierra, mis padres han terminado de rematarla. ¿Por qué? Muy fácil. Lo entenderán después de leer lo ocurrido durante la semana que pasarón aquí mis padres.

Nada más llegar al aeropuerto todos comenzaron a dar cuentas de que allí había españoles. Pues entre todos los presentes solo se podía distinguir una mujer con la mano en alto que gritaba 'Aquí, Javi, hijo!!!, qué estamos aquí!!!'. Una vez en la cochambre la cosa fue rápida. Abro la puerta y mi madre se abre paso para realizar un examen exhaustivo de todo cuanto allí se almacenaba: midió el grosor del polvo acumulado, examinó y enumeró todas las cosas necesarias y ausentes y las registro en su disco duro, abrió la nevera y calculo el número de metros cúbicos de comida que podrían introducirse en ella. A posteriori llegó el desembarque de cosas:
  • Abrigo nuevo
  • Gorro de invierno
  • Jerseises varios, de colores y tamaños variables.
  • 5 kg de jamón y otros 5 kg de lomo. Viva España.
  • Mi clarinete con las partituras.
  • Mis regalos de cumpleaños.
  • ...
Pero claro eso no podía bastar y fue en ese momento cuando fuimos a hacer la COMPRA. ¿Y que se compró en esa COMPRA? No fue una compra normal. A mi madre el Casino se le hacía pequeño. Había que encontrar un sitio más grande, algo más, como diría yo, más Alcosto, más Caprabo, más Mercadona, más Hipercor. Y lo encontramos. El sónar que mi madre tiene instalado en la nuca junto con su fino olfato de rebajas, dieron con el supermercado al que íbamos a dar el palo. ¿Y que se COMPRÓ allí?

  • Una cocina eléctrica
  • Dos cacerolas de diferente tamaño
  • Una sartén
  • Utensilios varios de cocina, a mi madre parece que no le bastó con lo que yo me agencio del restaurante
  • Aceite (de oliva)
  • 4 kg de pasta
  • Tomate
  • Patatas
  • Huevos
  • Una cafetera
  • Café
  • Bollos, galletas, magdalenas... pero no galletas María, de esas no hay. Fue una verdadera desilusión. (mensaje para la Yaya Pascua: quiero galletas María, de las de Fontaneda o las del Día, me da igual, pero María, porque me parece increíble e indignante que en uno de los países más avanzados del mundo no hayan sido capaces de desarrollar la tecnología necesaria para crear las galletas María)
  • ... y muchas más cosas de las que ya he perdido la cuenta o ya me las he comido y no puedo mirar en el armario para hacer memoria
Gracias a todos estos avances de la mía cochambre y en nombre de la asociación de estudiantes extranjeros de Corte, en particular de los Erasmus, queremos mostrar nuestros más sentidos agradecimientos a la familia Sánchez López por haber hecho más fácil la vida a todos aquellos que vivimos en el pasillo de mano izquierda según sales del ascensor en la 3ª planta. Se acabaron esos domingos a base de Pan, Nutella y embutidos corsos. Gracias por habernos abierto las puertas de toda una gastronomía, que aunque escasa y no muy rica en proteínas, es una gastronomía. (en todo caso de esto ya hablaré otro día)

Bueno a parte de todo esto, visitamos Calvi, Ajaccio, Corte, Bastia, Bonifaccio, Ile de Rousse, comimos 'moules', tomamos cafe olé, hicimos una tortilla de patata y fotos absurdas, desenfocadas o sin contenido claro. (Mamá me tienes que mandar las fotos para poner alguna)

Por añadidura a todo esto mi abuela me ha mandado un kilo de pipas ya que aquí no hay. Es más, el otro día tuve que enseñar a los belgas como se comen, porque pensaban que eso era comida para los animales. Ahora les tengo que decir que ya no me quedan si quiero seguir comiendo yo. Lo que es la vida.

miércoles, noviembre 23, 2005

Destino París - Fotos





Destino París - La ciudad en sí misma

París es una auténtica maravilla de ciudad. Es cierto que es única. El paisaje es para verlo. Las calles están tan limpias que te puedes tumbar en ellas. Pero, ahora bien, aquí hay que matizar ciertos puntos, hay que pulir ciertos detalles. Debido a mi gran sentido de odio hacía lo francés que he desarollado durante los últimos 21 años gracias a la historia de mi ciudad, el bronxtoles, mis diferencias personales con los gabachos, Asterix y Obelix, que nos tiraron la futa en la frontera (esto todavía no he sido capaz de superarlo) los problemillas hispanofranceses y otros intimidades íntimas que no es plan de contar aquí, eso sí, en estos momentos mucho menos radicales debido a que al fin y al cabo estoy en tierras galas, hablo su idioma, estoy conociendo franceses geniales y que con la edad voy desarollando una capacidad de crítica voraz (gracias a esas tardes en el parque de la saca y lo siento por quien no pueda entender esto) aunque no de sintaxis y redacción... Begoña Soto tenías razón no poseo estas capacidades y entiendo por qué me suspendistes despúes de leer la última frase que he escrito. A lo mejor el problema era tuyo y que no fueras capaz de leer una frase que va más allá de la oración simple o la coordinada. De verdad que lamento su incapacidad para la subordinación, pero algún día te tragarás esas palabras y no seré yo quién te lo diga.

Pero volviendo al análisis de contenido de la ciudad y dejando a un lado a mis ilustrísimos y doctoradísimos docentes catedráticos y todo su bagaje cultural, me dispongo a realizar una serie de comparaciones entre la ciudad de postal y la ciudad real que es París.

  • El metro. Gana claramente el de Madrid, pero el de Barcelona, Bilbao... y cualquier otro metro que exista en España o exista en el futuro. No es posible. Eso no es un metro. Es un agujero por el que la gente entra y sale. Eso sí el agujero es muy bonito y con su art nouveau es la caña. París gana en la belleza de sus estaciones en el exterior, Metro de Madrid en todo lo demás.
  • El ruido. Empate técnico. La diferencia es que el ruido de Madrid, aparte del tráfico de la ciudad, hay que sumarle el que hacemos los propios madrileños. Pero el tráfico de París supera con creces el de Madrid. Otra cosa, si para los vecinos de Barajas el ruido de los aviones es insoportable, no tengo palabras para los que viven al lado de aeropuerto de Orly.
  • El río. El Sena está limpio y cuidado, no como el Manzanares, que en comparación con el Sena es un arroyo. Espero que las obras que estaban haciendo para mejorar el río de Madrid sirvan de algo.
  • Bohemio. París no es bohemio. Ya no. Es una gran ciudad, un centro ecónomico, una ciudad preciosa... pero no hay nada Bohemio. Nada. Está mercantilizada hasta arriba. Es un gran negocio turístico en el que solo quedan algunos rincones en los poder engañarte para poder pensar que estás ese barrio de Montmartre de Moulin Rouge (hoy residencia de los más ricos de la ciudad), el la Majestuosa Notre Dame (lugar sagrado en la que el ruido del interior te hace pensar que te encuentras en el rastro de Madrid y su gran tienda de recuerdos parece estar sacada del propio Disneyland) o como los jardines de la ciudad se cierran a las 7 de la tarde para evitar la delicuencia (una verdadera pena). Mucho tiene que cambiar París para volver a ser lo que era, ya que lo que hay es el reflejo de lo que fue. Me encantaría volver para verlo de nuevo y conocerlo mejor, pero si alguien tenía una idea un poco desarollada del París de la luz que se la quite de la cabeza. La ciudad es preciosa, pero no más que San Sebastían, Salamanca o Madrid.
No quiero dar la impresión que París no me gustó, pero si me decepcionó y no resultó ser la ciudad que yo imaginaba, a pesar de ser muy bonita, pero no tanto como en las postales. Pero para gustos los colores, que cada uno tiene su propia forma de ver las cosas. Si no que se lo digan a mi madre que yo mi habitación la veo recogida y ella no o a mi abuela que dice que soy lo más bonito de este mundo... y para objetividad la de mi abuela.

Destino París - Disneyland



Hacía tiempo que queríamos ir a Disneylandia, por lo menos yo y Marta Baguette. Al Jose la verdad es que no era lo que más ilusión le hacía y Marta (la de Trujillo) ya lo conocía, pero igualmente quería verlo. Después de la horrible llegada y de haber visitado algunos monumentos parisinos, allí que nos fuimos, to recto a lo Disney.

Qué caña de sitio!!! Es increible. Tuvimos la suerte de que coincidía con Halloween y la decoración del parque era diferente de lo normal, así que cuando vuelva a verlo será diferente todo. Pero como siempre todo tiene su contrapartida y es que el hecho de ser Halloween convertía Disneylandia en una masa de gente sin control, de niños desbocados, hombres y mujeres de la 3ª edad fuera de control y unas colas, unas colas... solo he visto tanta gente en los fuegos de Móstoles o en la Renfe por las mañanas.

Como no es plan de hacer propaganda del parque en mi blog, solo decir que quien no haya visto Disneyland se pierde mucho y que los 'Estudios Disney' (un parque que hay al lado del de siempre) merece la pena verlo. Está genial.

Ah, otra cosa eso de que no se puede meter comida es mentira. Te podrán revisar los bolsos, pero la comida la puedes meter, de eso no cabe duda. Solo tienes que disimular un poco tu acento hispano. Si descubren que eres español, sabrán que vas a meter comida, pero... es lo que tiene. Si es que estos guiris no se enteran de na, no saben como funciona el mundo.

lunes, noviembre 14, 2005

Destino Paris - La llegada

Con el culo dolorido de estar sentados en el fordfi llegamos a París. Fue de película, pero de película de Alfredo Landa en sus mejores momentos. No podía ser para menos y dimos el cante a más no poder. Hubo momento de risa, locura, desesperación, discusiones, llanto, insultos, entre nosotros y a los demás, casi atropellamos, nos atropellan. La ciudad preciosa, muy iluminada... por los coches. Eso no era normal. No puede ser una ciudad con peor circulación para el tráfico, no hay rotondas, son todo cruces, y las rotondas que hay son más peligrosas que los cruces porque a los parisinos nos les queda clara la utilidad de las mismas.
Nuestro problema era encontrar un aparcamiento para aparcar el coche sin pagar (como siempre). Para ello nos desplazamos hasta la periferia e ir en metro hasta el centro. Cuando llegamos allí, de verdad que entiendo los conflictos que hay ahora en Francia, nos dió hasta miedo salir del coche. Así que después de estar casi 3 horas dando vueltas para encontrar el hotel y aparcar ( y no estoy exagerando) llegó la ostia.
La ostia del primer día me dolió hasta lo más hondo de mis entrañas. Al llegar a la recepción de pseudo-hotel que teníamos reservado nos dicen que no contaban con nuestra llegada porque nadie les había dejado una nota y que no quedaban habitaciones. Hasta ahí podíamos llegar. Vuelvo a repetir que acepto que me insulten, me intenten atropellar o mi capacidades artísticas escultóricas al amontonar ropa encima de mi mesa sin que ni por un momento la escultura pierda su consistencia no sean reconocidas ni por mi propia madre, pero que me toquen el sueño no se lo tolero a nadie, naaaadie. Y en ese mismo intante era capaz de matar con tal de que me dejaran sobar en cualquier parte. Este fue el desencadenante de toda la violencia que podemos ver en Francia y no las razones que nos dicen en la tele. Al final nos dieron una habitación para diez personas pero solo tuvimos que pagar cuatro camas y toda la habitación era nuestra.

Como coña decir que en la mismo hotel nos encontramos con una Erasmus de Extremadura que se llama Maria y que estaba buscando un piso para dormir. Estos extremeños te los encuentras donde menos te lo esperas.

sábado, noviembre 12, 2005

Destino Paris - El ferry

Menudo pedazo de barco. Allí que nos encontrábamos en una interminable caravana en el puerto para entrar, pero después de una hora en el coche, varias escapadas para ir rápido a los toilettes no vaya ser que tuvieramos que montar ya y un par de cruasanes, empezamos a entrar.
¡Qué emoción! ¡Qué bonito! ¡Cuánto glamour!
Era como entrar en el parking del Eroski, así de espacioso, así de iluminado, con los mismos desconchones por las paredes, con esa sensación de comodidad que a todos nos inunda cuando empiezas a descender por esas rampas, ese calorcito de 40 grados tan agradable, mientras un hombre soltaba improperios en francés para que aparcaramos de manera que entraran 30 coches en el espacio de 20. Pero lejos de desanimarnos empezamos a sacar toda nuestra mercancía del coche, mantas, almohadas, comida, mochilas con cosas de valor... y fuimos a buscar nuestro asiento en el barco. Después de 15 minutos dando vueltas, lo encontramos. Solo por un momento imaginen la situación de 4 neogitanos dando vueltas por un barco intentando encontrar donde sobar.

Luego nos dimos una vuelta y cenamos en la cubierta, que el restaurante era muy caro. Todavía no nos queda claro porque al entrar en una de las salas deluxe del barco todo el mundo se dio la vuelta para mirarnos. No sabemos si era por Jos, por la cámara de video o por las bolsas del Casino que llevábamos, pero tuvimos que salir de nuevo a cubierta porque no soportamos tanta presión de esas miradas.

El viaje en barco duró unas 8 horas, de las cuales 7 estuvimos intentando dormir.

Destino Paris - La salida

El viaje nos lo montamos de manera que nos saliera lo más barato posible, sin miramientos hacia nuestra escasa reputación o integridad física, como siempre. La patrulla cochambre expedicionaria selecionada fuimos 3 españoles (las martas y yo) y un belga (el big Jos, er más grande). Por otro lado las inglesas partirían hacía Italia y el resto quedaría en la isla. El viaje desde sus inicios estuvo bien organizado, cargamos el forfi de Jose (este nombre esta puesto en tu honor Isa, aunque también recibe el nombre del Bebé) hasta arriba de cosas que pudieran ser necesarias, además de ralizar antes de partir un aprovisionamiento masivo de comida made in Casino. En la despedida de la expedición estuvieron presentes casi todos los Erasmus, era la primera vez que nos teníamos que separar y la cochambre cerraba sus puertas durante una semana.

En Bastia teníamos que coger el ferry que nos llevaría hasta Toulon y desde allí conducir hasta París, donde teníamos reservado dos habitación en un albergue de estudiantes. Esta iba ser la primera vez que algunos de nosotros íbamos a montar en un barco de los de verdad y los nervios no eran para menos.