sábado, noviembre 12, 2005

Destino Paris - El ferry

Menudo pedazo de barco. Allí que nos encontrábamos en una interminable caravana en el puerto para entrar, pero después de una hora en el coche, varias escapadas para ir rápido a los toilettes no vaya ser que tuvieramos que montar ya y un par de cruasanes, empezamos a entrar.
¡Qué emoción! ¡Qué bonito! ¡Cuánto glamour!
Era como entrar en el parking del Eroski, así de espacioso, así de iluminado, con los mismos desconchones por las paredes, con esa sensación de comodidad que a todos nos inunda cuando empiezas a descender por esas rampas, ese calorcito de 40 grados tan agradable, mientras un hombre soltaba improperios en francés para que aparcaramos de manera que entraran 30 coches en el espacio de 20. Pero lejos de desanimarnos empezamos a sacar toda nuestra mercancía del coche, mantas, almohadas, comida, mochilas con cosas de valor... y fuimos a buscar nuestro asiento en el barco. Después de 15 minutos dando vueltas, lo encontramos. Solo por un momento imaginen la situación de 4 neogitanos dando vueltas por un barco intentando encontrar donde sobar.

Luego nos dimos una vuelta y cenamos en la cubierta, que el restaurante era muy caro. Todavía no nos queda claro porque al entrar en una de las salas deluxe del barco todo el mundo se dio la vuelta para mirarnos. No sabemos si era por Jos, por la cámara de video o por las bolsas del Casino que llevábamos, pero tuvimos que salir de nuevo a cubierta porque no soportamos tanta presión de esas miradas.

El viaje en barco duró unas 8 horas, de las cuales 7 estuvimos intentando dormir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y va el Jos y se lleva El Quijote en flamenco, el pobre se pesnaba que iba a tener tiempo de leer. El pobre se pensaba que iba a estar tranquilito rodeado de españoles ¡¡javi sube ya esos videos!!. Un viaje inolvidable. París, siempre París...Besos. La Martis.