miércoles, marzo 15, 2006

Leticia ,las corsas, la guitarra, la cafetería y yo

El otro día ya conté que he estado desarrollando un cierto grado de agresividad que no es propio en mi. Pero después de reflexionar durante varios minutos, no más porque es el tiempo que tardo en quedarme dormido por las noches y el único momento del día en el que realmente reflexiono de alguna manera, sumándole bien está el tiempo de reflexión que dedico en el sillón de pensar (Roca en español, Jacob Delafon en Córcega). Bueno retomando el tema principal, mis reflexiones me han llevado a pensar que esta capacidad de abrir mi boca hasta límites desconocidos por miembros ajenos a mi familia no es del todo nuevo, como ejemplo mencionar el Consejo Escolar del Instituto, algún profesor del conservatorio o el día aquel en que un profesor argentino de mi universidad decidió dar los apuntes en inglés. Gracias a la coña que me rodea, las becas del ministerio y mi facilidad en la inventiva no he tenido que lamentar demasiado estos estiramientos de los músculos bucales.

La bronca es sí consistió en que estando yo en la cafetería de la uni con algunos Erasmus y una chica corsa (Leticia) sucedió lo siguiente:

La cafetería se encontraba casi vacía. Solo había gente en nuestra mesa y dos más. Pues bien, como de costumbre nos tomamos un café mientras alguno de los que saben tocar la guitarra nos hace más amena la digestión. Pero este día, mi digestión musical iba a ser interrumpida por una de las corsas que se encontraba en otra mesa con su grupo de amigas, corsas. Dicha individua, cuyo tamaño de cerebro era inversamente proporcional al de sus botas, empezó a decir algo a Leticia quien tocaba la guitarra. Yo no presté atención a este suceso, pues la corsa de ella, hablaba en corso.

Mi cabreo comenzó cuando de la mesa inmediatamente detrás de mi, otro engendro de la isla empezó a articular frases como ‘A mi también me molesta’ ‘Vete a tu casa a tocar la guitarra’ ‘Yo estoy aquí con mis compañeros de clase para trabajar’.

En ese mismo instante y viendo como Leticia dejaba la guitarra, yo, solo ante tantas botas chúpame la punta, comencé mi particular discusión en mi propio francés. ‘Mira niña la que se va a su casa eres tu y no ella a tocar la guitarra’ ‘Esto no es una biblioteca’ ‘Naaaaadie que se ponga tanto maquillaje en la cara para venir a clase me habla asín’ ‘Que pareces una puerta recién barnizada, so fea, que tu no seas capaz de tocas la guitarra porque eres inútil hacer algo productivo con esas manos no es nuestra culpa’ ‘Que te soporte tu peluquero que para eso le pagas todas las semanas’. Después de esto y de soltar algunos improperios en español que no puedo mencionar porque los que leen el blog si que los comprendería, me giré de nuevo y cogí mi café mientras pensaba me lo bebo o se lo lanzo a la cara y poder ver que se esconde realmente detrás de tanto maquillaje, ¿la Juana? ¿la sapa? Como otra cosa no, pero educado soy un rato continue despotricando contra las corsas hasta bien pasadas dos horas.

Pero de que van. Una cosa es que tenga que soportar el timbre de voz de los pijos y a las niñas de la castaña en la boca, pero que no me venga una Piluca a darme clases cuando ellos son los primeros maleducados e irresponsables que hay en este mundo, corso o del resto del globo. Los pijos a la universidad privada y a las cafeterías Starbucks (o como se escriba), que allí les dejarán trabajar sin que nadie les moleste. Yo lo digo por su bien o se las van a llevar dobladas.

Así que ya ven, el conflicto terminó con Leticia dejando de tocar la guitarra y conmigo despotricando en francés y mostoleño lo que se me pasaba por la cabeza. Que bien que sentí luego, cuando tiempo sin encontrarme de esa manera conmigo mismo. Joder.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Javier (ya sabes me pongo trascendente y te llamo así) que orgullosa me haces sentir.
Eso es, defensor de pleitos pobres y sin dejar que cualquier corsa guarra-cochina se te suba a la chepa. Yo que tu hubiera ido como deslizándome hacia su mesa y en un siseo le hubiera dicho: Oye muñeca y cuando me mirase le hubiera cantado aquello de ARREJUNTATE A YO QUE TENGO VACAAAS UN TRACTOR DE JONDERE Y CUATRO PATATAAAS, con música de la más pura jota aragonesa. La hubieras dejado ¡Plof! que diría ella, echándose el mechón de pelo hacia atrás. Y todo ésto con Leticia al lado acompañándote con los acordes y haciendo al final RIAU RIAU. Hijo no te disgustes con estas individuas que no ven más alla de su isla a través de sus gafas Gucci, y el peso del maquillaje en la cara las tira de delante hacia atrás y no las deja pensar. Vosotros sois guiris y no podeís hacer según que cosa que las moleste. Ellas pueden hacer lo que las salga del kiwi, para eso están en su casa. ¡Anda y que las ventoseen!

Anónimo dijo...

Javi,muy bien, muy bien.
Asi me gusta que se note que eres hijo de Keka Racter.
No permitas nunca que Leticia deje de tocar la guitarra. Y para Semana Santa cuando arriven los Sanlo (la madre y los broders),se van a llevar la bandurria,las panderetas y las zambombas para apoyar a Leticia y amenizaros los cafes.Eso si,el repertorio sera tipico de Semana Santa:
"PERDONA TU PUEBLO SEÑOR........
"QUE ALEGRIA CUANDO ME DIJERON.....
"COMO BROTES DE OLIVO.......
A esas corsas pijas se les va a acabar la tonteria,y dejareis de verlas durante bastante tiempo,por lo menos lo que dure el tratamiento del psiquiatra que sera largo despues de recibir el shock.Te lo aseguro.
¿Ves ? esto es otro tipo de ostia,pero sin violencia.Tu no te dejes nada adentro que luego se pudre y se te va el buen humor.
Besitos.

Anónimo dijo...

Cris y Marina ¿que problema os aqueja? he leído entre líneas que os acusan de conspiradoras. Pero vamos a ver ¿para que nos puso Dios una oreja a cada lado de la cabeza? ¿para colgarnos las gafas?
¡Será para oir conio! Y los ojos? Si fuerais corsas sería para pintároslos, pero como no lo sois los tendreís que utilizar para ver. Vamos digo yo.Hoy estoy especialmente enervada, como no puedo repartir en Córcega quizá reparta en Móstoles, decirme donde hay que ir.
No que es broma¡ ¡fuera violencia! Pero no permitaís que se metan con vosotras eh¡ Ya sabeís que los amigos de mis hijos son mis amigos. Muchos besitos para las dos, repartiroslos como querais.
P.D. Profe disculpe mis faltas, es
que yo de escrituría no ando bien, ahora que de lecturía ¡leo de carrutela!(esta es una de las frases que he oido en la oficina y que tengo apuntadas para editar algún dia un libro)